viernes, septiembre 26, 2008

Los viejos y buenos pecados

El pecado, los viejos pecados, son buenos. Haberse sabido miserable hace a un ser humano hermano de los demás. Los viejos pecados, las antiguas cicatrices, son la escuela de humillación necesaria para aprender la ciencia de ayudar a los demás, sin arañar, desde la conciencia compartida de la fragilidad, con sentido de hospitalidad, sin ofender la dignidad del otro. Los viejos y buenos pecados hacen germinar a la misericordia, porque ayudan a firmar un tratado de paz con los propios muertos. Y sólo desde la misericordia se puede vivir en paz.

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jueves, septiembre 25, 2008

Es la ética, estúpido

La ética es importante en una comunidad, en una empresa, porque, cuando desaparece, el principio de confianza entra en quiebra; desaparece la noción de proyecto común, sustituida por la coexistencia de intereses particulares que recelan entre sí, y la máquina se atasca. Esa influencia de la ética sobre el principio de confianza se debe a que éste se fundamenta en las reglas del juego definidas por aquella.

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martes, septiembre 23, 2008

Tecnologías


Toda tecnología, desde el hacha de sílex hasta internet, requiere una doma, una domesticación. O señores de la tecnología o sus esclavos. La esclavitud tecnológica no es consecuencia del avasallamiento de las máquinas, como creían los artesanos de la época de la primera revolución industrial, sino de la ignorancia propia: de la cesión voluntaria de la soberanía de la inteligencia en un ordenador. Y, cuando desaparecen los filtros, llega la barbarie. A veces, la única rebelión posible es la ironía, que de vez en cuando regala pequeñas perlas, como la que referencia aquí e-galeradas, basándose en una ilustración de El Jueves.

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domingo, septiembre 21, 2008

Un arte mayor


El arte de la vigilancia interior se aprende, dice Martini en sus coloquios nocturnos con Sporschill en Jerusalén. De la misma manera que se aprende el arte de amar o el arte de ser bueno en el trabajo.

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lunes, septiembre 15, 2008

Hechos globales, hechos locales

La globalización no es un hecho nuevo. Lo nuevo es la visión panorámica. Sólo es posible hacerse una idea de las verdaderas dimensiones de los significados de la globalización en la actualidad aproximándose al aislamiento de los seres humanos en épocas pasadas, sobre los que también irrumpía, de vez en cuando (normalmente en forma de epidemia o de cambio de ciclo climático), el hecho global. De ahí que sea tan sobrecogedor el espectáculo de las guerras mundiales cuando se comparan con los fenómenos bélicos de la antigüedad, que eran locales. 

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domingo, septiembre 14, 2008

Incursiones


Hace poco realicé un par de incursiones en el piso de arriba. El escenario de la primera fue un restaurante de París de 50 euros el plato; de la conversación de sobremesa, en torno a la pobreza del continente africano y las acciones benéficas de personajes de diseño, deduje que la cocaína sabe mejor si en la memoria se guarda algún rincón para evocar el estiércol. La segunda incursión tuvo lugar en Bruselas; otro restaurante de carta imposible (un día fue el lugar donde Carlos Marx escribió parte del Manifiesto Comunista). Entre copa y copa de vino del país de Oc, escuché que una diversión de moda entre quienes pueden pagarla consiste en camuflar prostitutas de lujo entre el personal de servicio que atiende a los invitados de una fiesta; y dejar que corra el sedal. En ambos momentos pasó ante mí la sombra de la soledad. Pero, leyendo la historia de los hombres, vuelve otra vez el sol: es mejor vivir en la cuneta y disfrutar del sabor del pan.

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sábado, septiembre 13, 2008

Lo normal

Es legítimo, aunque ingenuo, quejarse de que hoy en día las armas de la inteligencia y la honestidad son poco valoradas, inútiles. Lo curioso, lo excepcional, lo increible, sería que el mundo recompensase esas conductas. Y no lo hace. Es normal. Por eso, cuando ha podido, el mundo se ha sacudido con violencia las propuestas éticas más comprometidas con la honestidad y la inteligencia. Porque recuerdan a los hombres su miseria: la de desperdiciar su libertad. Así ocurrió cuando el judaísmo llamó por tres veces a las puertas de Europa (Moisés, Jesús y Marx). Hasta que, como cuenta Steiner, Europa no pudo más e inventó las cámaras de gas y el gulag. Hay algo de ese núcleo de violencia que ayuda a entender fenómenos de odio tan sobrecogedores como el de la Guerra Civil española. Algo invisible que hace hermanos a los curas martirizados, a los anarquistas asesinados y a los miembros del POUM ejecutados. Precisamente, por ese cruce de caminos anda gente como Simone Weil.

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El odio

Detrás del odio siempre habita el miedo. Sólo quien no tiene miedo no odia.

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viernes, septiembre 05, 2008

La educación de los persas

Cuenta Herodoto que la educación de los persas, entre los cinco y los veinte años de edad, consistía en aprender tres cosas: montar a caballo, disparar el arco y decir la verdad. Tentador. 

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lunes, septiembre 01, 2008

Libros

Antes, hace tiempo, llevar un libro al trabajo, por la calle o en el autobús podía ser una pose, un gesto manierista y letraherido. Ahora es una protección contra el mal, un talismán que ahuyenta las sombras y la tristeza. Un sacramental.

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