Una mochila, una mujer y algo más
En los procesos de cambio fundamentales, unos pocos en la vida, siempre me han acompañado una mochila, una mujer y una presencia protectora interior que me ha salvado del abismo en todas esas ocasiones. Acabo de atravesar una tormenta en la que he sido arrancado con violencia de mi entorno profesional conocido. En ese momento esencial, he contado, otra vez, con una mochila para recoger pertenencias con premura; con una mujer que me ha sostenido en pie; y con una presencia, creo que más espiritual que psicológica, más íntima a mí mismo que mi propia imaginación, que me ha transmitido una sensación de compañía tan evidente que sólo he podido ir repitiendo de cuando en cuando, como una letanía salvadora: porque tú estas conmigo.
Etiquetas: Antropología, Religión, Vivir