martes, abril 14, 2009

Algunas veces

La vida es buena. Vivir es bueno. La vida brota en el mundo. El mundo es bueno. Ergo, si el mundo es bueno, merece la pena luchar por algo tan ingenuo como el triunfo del bien. Y eso significa que la bondad, la honestidad, la valentía de vivir conforme a una verdad, no siempre están condenadas al fracaso. Algunas veces, los esfuerzos del bien triunfan. Cuajan. Germinan. Mejoran el mundo. Algunas veces. En eso debe consistir la esperanza.

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1 Comments:

Anonymous heredero del aire said...

Creo que estoy poco dotado para vivir; de modo que, aunque no seas un abanderado de la compasión o de la pasiva y lenta ineficacia de alguna religión que comparte tu criterio y lo propaga, el aspecto humano de esta última anotación me consuela más que cualquier otra consideración de los altos conceptos que elaboras.
Quizás, como decía Artaud, aún hay más necesidad de adeptos turbados que de adeptos activos.Todavía no acabo de creerlo, aunque me espeluznan sus razones.Creo que la vida ha sido creada sin juicios previos, para bien o para mal,a pesar del estupor que causa en nuestra naturaleza que no lo asume.Sólo cabe esperar a ver cumplida su propuesta de satisfacción, y la esperanza de que a todos alcance.

6:49 p. m.  

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