Encuentros
Cuando se adquiere la experiencia suficiente para distinguir entre lo esencial y lo accesorio, se aprende a no perder el tiempo escuchando los ladridos de los perros. La visión de campo se hace más ancha y profunda. Se mira el mundo en paz. Y se valoran los encuentros como lo único que da valor a la existencia. Encuentros. Nada más. Y nada menos.
Etiquetas: Vivir
1 Comments:
y desencuentros.*
Publicar un comentario
<< Home