martes, marzo 20, 2007

El piso de arriba

Gente sonada. Un vicepresidente de una compañía multinacional no sabe qué hacer con sus hijos y les enchufa la tele. Claro, los hijos son más un logro, una conquista, que un regalo, un don. Ganar dinero para construirse una buena casa en una ladera frente al mar en un parque natural: se dice que eso es el sueño de una vida, pero sólo se disfruta de él 20 de los 365 días del año. Gente sonada. Ni siquiera en el piso de arriba del triunfo social hay vida propia: vas de montería con las mismas caras con las que te has peleado ayer por la tarde en un consejo de administración. Es difícil vivir ahí sin cocaína. Imposible respirar.

Etiquetas: ,