viernes, octubre 17, 2008

Defenderse de la Nada

Anoche, un científico, buen amigo (tengo pocos), me hablaba con cierto deje de pesadumbre de la necesidad de defenderse de la Nada, recordando la novela de Ende, ante lo insustancial del armazón intelectual sobre el que se ha levantado la fama social y mediática (que no el prestigio) de algunos prestidigitadores de la ciencia. Son momentos para recordar máximas simples, reglas de oro para sobrevivir: no comer jamás carne humana y evitar que los caníbales te arrojen al puchero. Esto es, ética y conocimiento.

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